Este miércoles fue detenido en Sudáfrica Fulgence Kayishema, exagente de la policía de Ruanda y fugitivo tras el genocidio del pueblo tutsi en 1994.
Kayishema, de 62 años, es acusado por haber participado en la planificación y ejecución de la masacre de la iglesia Nyange, donde murieron cerca de dos mil personas producto de un fuerte incendio y su posterior derribamiento.
El Mecanismo Residual Internacional para Tribunales Penales (IRMCT, por sus siglas en inglés), creado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, informó este jueves que el detenido debe comparecer el viernes ante un tribunal de Ciudad del Cabo, donde será juzgado por los cargos de genocidio, complicidad de genocidio y complot para cometer genocidio y crímenes contra la humanidad.
Según el escrito de acusación, Kayishema es responsable, o cómplice subsidiario, de la muerte o graves daños a la integridad física o mental de miembros de la comunidad tutsi por actos cometidos entre el 6 y el 20 de abril de 1994.
Einer der vier letzten wegen ihrer mutmaßlichen Rolle beim #Völkermord in Ruanda Verdächtigen ist in #Südafrika festgenommen worden. https://t.co/DPXTPdTkau
— ZEIT ONLINE (@zeitonline) May 25, 2023
Se le acusa de haber conseguido y distribuido la gasolina “para incendiar la iglesia con los refugiados en su interior”, señaló el Mecanismo en un comunicado, en el que refieren que “como esto no dio resultado, el señor Kayishema y otros utilizaron un bulldozer para que la iglesia se derrumbara, enterrando y matando a los refugiados en su interior”.
En los días siguientes, el acusado junto a otras personas supervisaron el traslado de cadáveres desde la iglesia hasta fosas comunes.
En 22 años como fugitivo, Kayishema utilizó varios nombres y contaba además con documentos falsos para ocultarse de la justicia sudafricana.
Otros condenados
El alcalde de Kivumu, Grégoire Ndahimana, fue condenado a 25 años de prisión por la supuesta muerte de unos seis mil tutsi en su comunidad, además del cura católico Athanase Seromba, sacerdote de la parroquia de Nyange, quien tras huir a Italia después del genocidio y entregarse en 2002, fue condenado a cadena perpetua en Benín.
Um dos últimos suspeitos do extermínio de Ruanda é detido na África do Sul https://t.co/2yBPHJVHqI
— GZH (@gzhdigital) May 25, 2023
Por otra parte, el empresario Gaspard Kanyarukiga recibió una pena de 30 años de cárcel por haber instigado al derribo de la iglesia prometiendo que él pagaría la construcción de una nueva.
El fiscal del IRMCT, Serge Brammertz, declaró que “el arresto de Fulgence Kayishema garantiza que será juzgado por los crímenes de los que está acusado» y resaltó que “el genocidio es el crimen más grave que conoce la humanidad. La comunidad internacional se ha comprometido a garantizar que sus autores serán procesados y castigados. Esta detención es una demostración tangible de que este compromiso no decae y de que se hará justicia, tarde lo que tarde”.
El Tribunal Penal Internacional para Ruanda ha condenado a 62 personas y el Mecanismo asegura que desde 2020 ha seguido la pista a cinco fugitivos, de los que tres aún no han sido localizados.
Los acontecimientos de Nyange fueron uno de los más atroces genocidios en la historia global, en el que se calcula que murieron 800.000 tutsis y hutus moderados durante un periodo de 90 días, donde tanto milicias hutus como civiles asesinaron a un gran número de miembros de la minoría étnica tutsi: hombres, mujeres y niños.