El exjugador brasileño del Barcelona, Dani Alves, fue detenido este viernes por la policía de Cataluña los Mossos d’Esquadra, tras declarar en la comisaria Les Corts de Barcelona, España, acusado por una presunta agresión sexual a una mujer en la discoteca Sutton de esta localidad.
El brasileño de 39 años pasó a disposición de la justicia, luego que la Fiscalía solicitara como medida cautelar la prisión provisional comunicada y sin fianza, aunque están a la espera de la decisión del juez.
Una mujer de 23 años denunció a Alves por agresión sexual en la discoteca Sutton, situada en la zona alta de la capital catalana, en un hecho ocurido la noche del 30 de diciembre.
La víctima avisó a los vigilantes de seguridad que el jugador de fútbol le había realizado tocamientos que ella no había consentido. Días después presentó una denuncia y los Mossos abrieron una investigación para aclarar los hechos.
Luego de conocer la denuncia, Alves, quien es partidario del ultraderechista Jair Bolsonaro, negó los hechos que se le imputan. El pasado 5 de enero envió un vídeo a Antena 3 en el que negó ser un “agresor” y aseguró que no conocía de nada a la denunciante, mientras que reconoció haber estado en el lugar la noche en la que ocurrió la supuesta agresión.
“Quien me conoce sabe que me encanta bailar (…) Estuve bailando y disfrutando sin invadir el espacio de los demás”, explicó el futbolista que aparece en la lista de morosos de España con una deuda a Hacienda de 2,1 millones de euros.
Alves es jugador del Pumas mexicano desde julio de 2022, al que llegó después de su segunda etapa en el Fútbol Club Barcelona. Mantiene varios vínculos con la capital catalana donde acude frecuentemente, aunque que ya no juega en el Barca.