Por: Johan Pérez
En el transcurso de los acontecimientos respecto del secuestro de Alex Saab, que Estados Unidos ha querido vender con sus canallas mediáticos como un caso jurídico, las contradicciones siguen saltando a la vista, y esta vez es el Departamento del Tesoro que sale a la palestra y discrepa en sus aseveraciones porque, al no ha podido fundamentarlas, ha tenido que empezar a retroceder.
Un poco de Memoria
Para poder entender a lo que se hace referencia, valdría la pena recopilar un poco de información de las actuaciones ilegales, desacertadas e intransigentes del Departamento del Tesoro para transgredir la soberanía de nuestro país y crear eufemismos para criminalizar a nuestras autoridades.
En el caso de Alex Saab valdría la pena recapitular el documento presentado por esta entidad, u organización -delincuencial- estadounidense, donde aseguraba que Alex era parte de una “vasta red de corrupción” y que para ello se relacionó con familiares de Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro, además de aseverar que los mismos estaban incurso en acciones ilícitas.
Para ello el Departamento del Tesoro publicó un documento donde agregaban a una lista la Oficina de Control de Activos Extranjeros a Alex Saab y a jóvenes como Carlos Malpica Flores en el cual se aseveraba que Alex Saab en 2011 habría entregado a Carlos Erick Malpica Flores un contrato para despejar el terreno para la construcción de viviendas en el estado Vargas. “Flores fue designado el 25 de septiembre de 2018 de conformidad con EO 13692, según enmendada, por ser un funcionario actual o anterior del Gobierno de Venezuela; Malpica fue designado el 26 de julio de 2017 de conformidad con EO 13692, según enmendada, por ser un funcionario actual o anterior del Gobierno de Venezuela. Malpica fue clave para el acceso de Saab a los funcionarios del Gobierno de Venezuela, lo que les permitió pagar los sobornos y coimas necesarios para obtener contratos gubernamentales”.
De acuerdo a esta explicación en esta parte del documento a Alex se le “sanciona” (uso incorrecto del lenguaje con mero propósito) por haber tenido una relación con Malpica y “los chamos” a quienes presuntamente les atribuían delitos.
Este documento fue difundido en diversos medios de comunicación y sensacionalizado con bombos y platillos, al punto de asegurar que Alex Saab era el “testaferro de Maduro”, para más tarde la ex fiscal prófuga llego a calificarlo así sin tener una sola prueba de ello.
Pero el asunto trascendió aún más, cuando algunos medios de derecha, para no caer en una equivocación rotunda; como lo han hecho el día de hoy, prefirieron anteponer a este calificativo de “testaferro” la palabra “presunto” o “supuesto” porque en cierto modo tenían dudas de dichas afirmaciones repetidas una y otra vez hasta el cansancio pero que buscaban desdibujar la realidad y condicionar el subconsciente de la colectividad con una “casi” seguridad.
Los halcones de Estados Unidos
En un trabajo anterior explicamos cómo los mal llamados “halcones” eran funcionarios de Estados Unidos con la tarea de emprender una persecución financiera a aquellos agentes, entidades, países, personas e instituciones que se contrapusieran a los intereses hegemónicos de este país.
En ese trabajo describíamos su accionar, pero lo que más llamaba la atención era la posición de Marshall Billingslea al afirmar que “Su equipo también innovó nuevas formas de coerción económica. Van desde bloquear el acceso al efectivo del presidente venezolano Nicolás Maduro”
Además de ello el alarde que hacia Billingslea era que para lograr colocar a Alex en una lista de perseguidos financieros se fundamentaron en trabajos periodísticos como el de la señora Carla Angola, quien en reiteradas oportunidades se ha encargado de hacer apología de las medidas punitivas contra nuestro país, al punto de criminalizar a quienes busquen traer alimentos o insumos para satisfacer las necesidades del pueblo venezolano y escudarse en “supuestas y presuntas fuentes anónimas”, para vender sus aseveraciones como información y, en consecuencia, construir noticias que al final terminan como Fake News, sin haber una corrección después de haber infligido el daño.
Billingslea se dedicó 4 años desde @USTreasury a "cazar" a Alex Saab. Muchos creen que podría decir hasta la talla de su zapato. En este golpe a Maduro hay muchos gracias a quienes casi llegamos al final de la historia. Periodistas de @ArmandoInfo y el diputado @CarlosPaparoni.
— Carla Angola TV (@carlaangola) June 14, 2020
Saab es la cabeza de las estructuras financieras del régimen vzolano. Él diseñó el plan para evadir sanciones, la ruta del dinero, creó empresas y es quien todo lo negocia. Saab sabe hacia dónde y cómo se mueve el dinero de Maduro.
— Carla Angola TV (@carlaangola) June 14, 2020
El Tesoro no pierde según Paparoni
Lo más aberrante entre muchas de las declaraciones a las que se sumaron las agresiones contra la ciudadanía venezolana, se pudieron traducir en Carlos Paparoni, una figura desgastada que a la fecha de hoy dice ser diputado, pero que hace invocación a una atribución que le queda bastante grande.
Con este adjetivo Paparoni persigue atacar a nuestro país, al tiempo que es aclamado por “periodistas lacayos” radicados en el exterior, que constantemente reprimen discursivamente Venezuela.
Esto es demostrable desde el momento en que dicho actor, en uso de sus funciones como diputado en un periodo anterior, atacó la política de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y con ello a personas como Samark Lopez y Alex Saab por facilitar la adquisición de alimentos para nuestro país. Pero lo peor de sus afirmaciones es que, entre las tantas de sus discrepancias, aseguró textualmente en una entrevista que “el 100% de los casos que han sido ‘ARMADOS POR EL TESORO’, (llamado mucho la atención esta frase) el Tesoro nunca ha perdido un caso”. De acuerdo a lo expuesto por este sujeto que es referente de la oposición y factores desleales al país, y dicho de forma más clara; el departamento del Tesoro de Estados Unidos se atribuye el poder de dictar sentencia en muchos casos, antes de estos pasar por el Departamento de Justicia de dicho país, dejando así por sentado que, en Estados Unidos, los órganos judiciales son una herramienta netamente política al servicio del Lawfare.
Los panfletos del Tesoro
Recientemente El departamento del Tesoro ha eliminado a Carlos Erik Malpica Flores de la lista de sancionados de la Oficina de Control de activos. Esta acción ha dado un giro de 180 grados en las políticas y los alardes que ha venido haciendo el país norteamericano respecto a su determinación, pues el hecho de sacar a Malpica de la lista determina que la política de coerción, está inmersa en apetencias geopolíticas, con uso de la extraterritorialidad sin ningún tipo de fundamento legal y, en consecuencia, es un arma usada para socavar la institucionalidad y la democracia venezolana.
De acuerdo a lo que expone ese panfleto hecho contra Malpica en el año 2017, dice textualmente “Como demuestran nuestras sanciones, Estados Unidos apoya al pueblo venezolano en su búsqueda por restaurar su país a una democracia plena y próspera. Cualquier persona elegida para la Asamblea Nacional Constituyente debe saber que su papel en socavar los procesos e instituciones democráticos en Venezuela podría exponerlos a posibles sanciones de Estados Unidos”.
Sin embargo, años más tarde Alex Saab es agregado a dicha lista por que el Tesoro asegura vínculos entre Carlos Malpica Flores y Alex Saab como se mencionó con anterioridad y hasta la fecha el Departamento en cuestión, no ha mostrado ninguna prueba y lo que ha hecho es criminalizar las actividades de Alex y otras personas asegurando que estas son perjudiciales para el país.
Lo que queda claro, es que este órgano estadounidense se ha convertido en un espacio de recepción de rumores y de construcción de falacias para ser replicadas por el palangrismo miamero y así justificar cada una de sus agresiones contra nuestro país.
Tampoco se pierde de vista el hecho de que las aseveraciones y construcciones discursivas de esta entidad no son más que una serie de panfletos plagados de mentiras y por ende, ni Alex ni ninguna de las personas que se encuentran allí, pueden ser blanco de inquisición. Lo que en consecuencia demuestra que el secuestro y aislamiento de Alex Saab es producto de una narrativa miserable y por ello debe ser puesto en libertad de manera inmediata.
