Delegaciones del gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) sostuvieron una reunión extraordinaria este miércoles en Caracas, tras el fallido cese al fuego bilateral anunciado por el presidente Gustavo Petro.
Esto con el propósito de aliviar las tensiones entre ambas partes y continuar la segunda fase de negociaciones prevista en México, luego del desencuentro público a inicios de año.
Petro afirmó el 31 de diciembre que ya estaban listos los decretos de paz con cinco grupos armados de este país, incluído el ELN.
Sin embargo, la guerrilla lo desmintió rapidamente en un comunicado y aseguró que el cese al fuego con la organización era una propuesta, más no un acuerdo oficial, como se anunció.
El ELN manifestó su disposición de avanzar en el diálogo y “tomar los correctivos que garanticen la superación de esta crisis y la no repetición de estas acciones unilaterales y por fuera de la mesa de negociación».
El mandatario negó que se tratara de una decisión unilateral, porque existe una disposición del ELN para un cese bilateral.
«Más allá de quién cometió el error, lo que debe ser central es la paz de Colombia”, dijo.
