La Organización de las Naciones Unidas (ONU) enfatizó este miércoles que la deforestación mundial constituye uno de los problemas más graves y preocupantes que los ecosistemas del planeta padecieron en 2022, cuando se registraron 10 millones de hectáreas de bosques destruidos.
Según el último informe del Programa ONU-REDD (reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques), el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la iniciativa Green Gigaton Challenge; la agricultura, la deforestación mundial y otros cambios en el uso de la tierra fueron responsables del 25 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
A partir de esa cifra, esos organismos llamaron a detener la deforestación y la degradación de los bosques como un objetivo vital de los seres humanos para la supervivencia de los ecosistemas, dada la urgencia de mantener una buena salud de los bosques, ya que ayudan a reducir el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.
Por ejemplo, los primeros seis meses del año 2022, de acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), organismo perteneciente al Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil, las afectaciones por deforestación de la Amazonía, la selva tropical más extensa del planeta, constituyeron el período de mayor daño ambiental registrado desde que se realizan mediciones anuales a partir de 2016.
El documento significó que no se está por el camino correcto para lograr el propósito de invertir y poner fin a la deforestación para el año 2030, lo cual permitirá cumplir la meta del Acuerdo de París de limitar la temperatura mundial a 1,5°C.
Asimismo, señaló los incendios forestales y las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero como las principales causas de la deforestación a nivel mundial.
La ONU consideró fundamental eliminar las emisiones de la deforestación, ya que se podrían reducir las emisiones netas mundiales hasta en un 30 por ciento.
La deforestación degrada los bosques, debido a la pérdida de las condiciones que les permiten regenerarse.
En el caso de la deforestación en la Amazonía, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, elevó la preocupación por esta situación durante su intervención en la 27° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), donde enfatizó que la defensa de el área selvática es una posición compartida entre su país, Colombia y Surinam, cuyos gobiernos trazan como elemento transversal del combate contra la emergencia climática la protección del pulmón vegetal.
El mandatario venezolano destacó también la necesidad de reactivar la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), que agrupa a todos los países de Suramérica que tienen acceso a la Amazonía: Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Venezuela, Guyana, entre otras naciones.