Decenas de personas murieron en un ataque israelí perpetrado en la escuela al-Fakhoora, de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA, en inglés) en Jabalia, al norte de Gaza.
El Ministerio de Salud confirmó 50 víctimas mortales. «Hay cadáveres por todas partes y los equipos médicos están tratando de evacuar a los heridos», dijo el corresponsal de Al Jazeera, Tareq Abou Azzoum.
En medio de los constantes bombardeos, los palestinos de mueven hacia escuelas y recintos administrados por la ONU, para obtener resguardo y protección, debido a que el derecho internacional prohíbe, en teoría, que sean blancos de ataques.
Tamara Alrifai, portavoz de la UNRWA, manifestó que ningún “lugar es seguro en Gaza, ni siquiera nuestras escuelas”.
«Desafortunadamente, la gente huye a nuestros edificios con la bandera azul en busca de protección, pero 70 de nuestros edificios han sido alcanzados, por lo que nosotros mismos no estamos protegidos», agregó.
La ONU, a través del secretario general, António Guterres, denunció en días pasados que el ejército israelí viola flagrantemente los Acuerdos de Ginebra y sus protocolos, al asesinar no solamente a civiles, sino también a periodistas y funcionarios del organismo multilateral.
Sin embargo, más allá de las reuniones celebradas en la Asambleas General y las resoluciones adoptadas, no han conseguido detener el conflicto.
Un total de 102 trabajadores humanitarios han muertos desde el inicio del conflicto, más que en ningún otro en los 78 años de historia de la organización.
Israel atacó por primera vez el campo de refugiados de Jabalia el 31 de octubre. Hasta el momento el saldo oficial de muertos en el enclave supera los 12.000.