La Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos (EE.UU.) permitió que Morris & Dickson Co., uno de los distribuidores mayoristas de medicamentos más grandes del país, siguiera vendiendo analgésicos altamente adictivos luego que un juez recomendara que se le quitara la licencia.
El juez federal de derecho administrativo Charles W. Dorman, quien asumió el caso de la cuarta compañía de medicamentos, consideró que la misma mantenía un «desprecio arrogante» por miles de pedidos sospechosos que alimentan la crisis de los opiáceos, pero la DEA permitió por casi cuatro años que continuara en el mercado.
The Associated Press (AP) trató de obtener respuesta por parte de la DEA sobre su manejo del caso contra Morris & Dickson Co. o la participación de un consultor de alto perfil que la compañía había contratado para evitar el castigo y que ahora es el principal asesor de la administradora agencia, Anne Milgram, pero hasta ahora el organismo no se ha pronunciado.
Señales de alerta
El medio señala que esta demora genera preocupaciones sobre cómo la puerta giratoria entre el gobierno y la industria puede estar afectando la misión de la DEA de vigilar a las compañías farmacéuticas a las que se culpa de decenas de miles de muertes por sobredosis en estadounidenses.
“Si la DEA hubiera emitido su orden de manera oportuna, uno podría creer de manera creíble que su segundo al mando no estuvo involucrado a pesar de un evidente conflicto de intereses”, señaló Craig Holman, un experto en ética del grupo de vigilancia Public Citizen en Washington.
Holman añadió que “el hecho que su acción se haya retrasado cuatro años solo genera señales de alerta. Pone todo el proceso bajo serias sospechas”.
Sin orden definitiva
Luego que el medio en cuestión contactará a la DEA, la agencia rompió su silencio sobre el tema la semana pasada y notificó abruptamente a Morris & Dickson que decidió revocar su registro para distribuir sustancias controladas, según dos personas familiarizadas con el tema y que hablaron en condición de anonimato.
Sin embargo, aún no se ha publicado ninguna orden definitiva. La compañía describió la revocatoria como una «sentencia de muerte virtual» y es casi seguro que impugnará la decisión en un tribunal federal.
Responsabilidades
El exagente de la DEA, Louis Milione, quien fue nombrado administrador adjunto principal del organismo en 2021, luego de su retiro trabajó como consultor para algunas de las mismas empresas que se le había encomendado regular, incluida Morris & Dickson que lo contrató por $3 millones para salvar su registro de suministro de analgésicos después de que la DEA acusara a la compañía en 2018 de no marcar miles de pedidos sospechosos de gran volumen.
En la recomendación de 159 páginas que no fue reportada, el juez indicó que “comunicaría a los registrados en la DEA que, a pesar de sus transgresiones, sin importar cuán atroces sean, recibirán un mero tirón de orejas y una segunda oportunidad siempre que reconozcan sus pecados y prometan no pecar más.”
“La aceptación de la responsabilidad y la evidencia de remediación no son tarjetas para salir de la cárcel que borran el daño causado por años de desprecio arrogante”, escribió Dorman.
“Permitir que el demandado mantenga su registro les diría a los distribuidores que es aceptable adoptar un enfoque relajado de las regulaciones de la DEA hasta que sean atrapados, momento en el cual solo necesitan arrojar millones de dólares al problema para que la DEA desaparezca”, afirmó el juez.
