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Cumbre de las Américas: ¿al filo del fracaso y su posible extinción?

Fuser News

15/05/2022
Cumbre de las Américas en crisis luego de excluir a varias naciones
“La Cumbre de las Américas no es una reunión de EE.UU., por lo que EE.UU. no puede decidir quién está invitado y quién no”, enfatizó Sanders.

L. Castro

Del 6 al 10 de junio está previsto realizarse la Cumbre de las Américas, foro continental que desde 1994 se ha venido celebrando con intervalos que varían entre tres y cuatro años, reuniendo a los jefes de Estado y de Gobierno del continente.

En la actualidad este cónclave sufre una de sus peores crisis que podría amenazar su permanencia en el tiempo, esto como consecuencia de la reacción que ha generado la decisión de Estados Unidos (EE.UU.) de excluir a los representantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, cuyos Gobiernos son visualizados desde la Casa Blanca como contrarios a los intereses de su país.

«En un momento clave en nuestro hemisferio, un momento en que estamos enfrentando muchos retos para la democracia y los países (…) Cuba, Nicaragua y el régimen de (Nicolás) Maduro no respetan la Carta Democrática de las Américas y por lo tanto no espero su presencia», declaró el subsecretario de asuntos del hemisferio occidental, Bryan Nichols, en entrevista con NTN24.

Del “no van” al ¡no voy!

Tras estas declaraciones, que fueron reseñadas por la prensa mundial como una demostración de fuerza de la política exterior estadounidense, hubo una casi inmediata reacción por parte de Mandatarios y representantes de Gobiernos del continente que cuestionaron esta medida unilateral y advirtieron sobre las consecuencias.

Los primeros en señalar su desacuerdo con esta medida fueron los gobiernos caribeños que, en voz del embajador de Antigua y Barbuda ante EE.UU., Sir Ronald Sanders, anunció la posible inasistencia de al menos 14 gobernantes de estos países agrupados en la Comunidad del Caribe (Caricom).

“Si EE.UU. no permite participar a Cuba, Venezuela y Nicaragua en la Cumbre de las Américas, 14 países del Caricom (Caribe) no asistirán”, dijo durante su participación en un seminario web organizado por la Universidad Internacional de Florida y el Centro de América Latina y el Caribe en Washington.

Seguidamente, se pronunció sobre la política internacional que emplea Washington en torno al reconocimiento o desconocimiento de Gobiernos, signada por sus intereses, y señaló que “al igual que si se sigue reconociendo a (Juan) Guaidó, varios Estados del Caribe no irán”.

“La Cumbre de las Américas no es una reunión de EE.UU., por lo que EE.UU. no puede decidir quién está invitado y quién no”, enfatizó.

Esta posición que fue poco mediatizada tomó preponderancia cuando Andrés Manuel López Obrador, presidente del país con la segunda economía más grande de América Latina como es México, fijó posición e indicó que si se mantenían estas exclusiones no asistiría a la cita continental.

«Si se excluye, si no se invita a todos, va a ir una representación del gobierno de México, pero no iría yo», subrayó y sostuvo que está decisión es para instar a Estados Unidos para que cese la “política intervencionista” y para “hacer valer la independencia y la soberanía y manifestarme por la fraternidad universal”.

A las pocas horas de este anuncio, a los 14 del Caricom más México, se sumó el presidente boliviano, Luis Arce, quien a través de su cuenta Twitter informó que tampoco asistiría a la cita en Los Ángeles de mantenerse el boicot diplomático contra Cuba, Nicaragua y Venezuela.

“Consecuente con los principios y valores del Estado Plurinacional de Bolivia, reafirmo que una Cumbre de las Américas que excluye a países americanos no será una Cumbre de las Américas plena, y de persistir la exclusión de pueblos hermanos, no participaré de la misma”, escribió el mandatario del país del Altiplano.

A los caribeños, norteamericanos, suramericanos, se le sumó también una nación centroamericana como es Honduras, cuya presidenta Xiomara Castro, utilizando el mismo canal de comunicación que Arce, anunció que tampoco iría si EE.UU. no corregía estas exclusiones.

Descalabro diplomático y sus consecuencias

Sin la presencia de estas naciones, sumado a las exclusiones anunciadas, la Cumbre de las Américas organizada por Estados Unidos solo contaría con 17 de los 35 países que integran este cónclave, hecho que marcaría un precedente como el encuentro continental americano más bajo en asistencia desde su puesta en marcha en 1994.

Este escenario podría ser visualizado en el mundo como un estrepitoso fracaso de la diplomacia estadounidense, en un contexto internacional donde la Casa Blanca y Europa mantienen una feroz batalla diplomática y comercial contra Rusia.

A esto se suma que, a lo interno, el país norteamericano se encuentra sometido a una profunda crisis económica que pone a Biden al filo de una derrota inminente en las llamadas elecciones de medio término el venidero 8 de noviembre, donde se someterán a votación 34 de los 100 escaños del senado y donde el partido del Mandatario luce en desventaja.

De la arrogancia a la burla colectiva

Luego del anuncio de exclusión hecho por el funcionario del Departamento de Estado, desde países como Venezuela sus líderes señalaron esta medida como una muestra de la “arrogancia” de la clase política de Estados Unidos que insiste en mantener su posición de líder inobjetable del continente y el mundo.

Pero los anuncios de inasistencia y el silencio que se ha vertido sobre este descalabro diplomático en las esferas de la Casa Blanca que ha intentado enmendarlo con un “no hemos enviado invitaciones todavía”, ha derivado en la burla, como se evidencia en las redes sociales, donde han asociado los constantes saludos de Biden a la nada, con una práctica para lo que será la Cumbre de las Américas, donde las sillas vacías serían las protagonistas.

 

https://twitter.com/edisonburbanoOK/status/1524490554884575232

Este nuevo capítulo de fracaso de la diplomacia de Estados Unidos podría representar un acelerador para la extinción de este foro continental que desde 2004, cuando fracasó la propuesta del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), viene tropezando con una realidad descollante y es que América Latina y el Caribe desean ser escuchados y tener un trato de igual a igual.

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