El reciente informe de la Administración para el Control de Drogas de EE. UU. (DEA) sobre sus operaciones en el extranjero cuestiona la implementación de la justicia estadounidense, tras desestimar en el documento una serie de escándalos por corrupción desde norteamérica.
En un informe de 50 páginas, calificado por los especialistas como «demasiado vago», la DEA describe la «huella extranjera» en expansión en 69 países, al tiempo que elogia sus esfuerzos para tapar los agujeros en la supervisión de las operaciones encubiertas de lavado de dinero y las unidades especiales examinadas en el extranjero asentando algunas recomendaciones para sus acciones extraterritoriales.
DEA releases the final report of the Foreign Operations Review Team, which contains recommendations to improve the effectiveness & enhance the integrity of DEA’s foreign operations & allow DEA to maximize the impact of its work in 69 countries worldwide. https://t.co/SQNpsuL2vx pic.twitter.com/OFulmxQXD5
— DEA HQ (@DEAHQ) March 24, 2023
De acuerdo con la agencia informativa AP, “las recomendaciones son muy amplias y carecen del mérito o valor que mejoraría las operaciones extranjeras de la agencia”, manifestó Mike Vigil, exjefe de operaciones extranjeras de la DEA.
La investigación externa fue anunciada en 2021 tras la publicación de AP sobre los crímenes de José Irizarry, un exagente de la DEA que cumple una sentencia de prisión federal de 12 años, después de confesar haber lavado dinero para los cárteles de la droga colombianos y sustraer millones de incautaciones e informantes para financiar un paseo internacional de alta cocina, fiestas y prostitutas.
“La guerra contra las drogas es un juego”, dijo Irizarry. “Fue un juego muy divertido el que estábamos jugando”.
En una nota a pie de página de la revisión externa se mencionó una investigación en curso del gran jurado federal sobre algunos de los antiguos colegas de la DEA del jet-set de Irizarry.
“Las entrevistas y los documentos demostraron que la DEA ya ha implementado en gran medida las recomendaciones de la Oficina del Inspector General (OIG) del Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos para mejorar la supervisión de los riesgos de cumplimiento que surgen de las operaciones extranjeras de la agencia”.
Conducta individual corruptible
La investigación culpó a la “influencia corruptora” de los cárteles por casos de “mala conducta individual por parte del personal de la DEA”.
“La DEA también podría hacer más para garantizar que los supervisores sean evaluados de manera efectiva y, en última instancia, responsables de los problemas relacionados con el cumplimiento”, refiere el documento.
UPDATE: DEA review gives short shrift to foreign corruption scandals https://t.co/1W6qiYeYlM
— Talk 1370 (@TALK1370) March 24, 2023
La revisión externa fue realizada por el exadministrador de la DEA Jack Lawn y Boyd Johnson, exfiscal federal que manejó casos internacionales de drogas. Los registros públicos muestran que el contrato sin licitación se adjudicó al bufete de abogados WilmerHale, donde trabaja Johnson, por un monto de 1,4 millones de dólares.
Además, el informe no profundiza sobre las operaciones de la DEA en México, donde la cooperación policial se derrumbó en medio del mandato de un director regional que fue destituido silenciosamente de su cargo por tener contacto inapropiado con los abogados de los narcotraficantes.
Informe incompleto
Por su parte, el exfiscal federal en Nueva York, Bonnie Klapper, señaló que “para un informe que le costó al gobierno más de $1.4 millones, no parece recomendar los tipos de cambios que realmente evitarían otro Irizarry u otra mala conducta (…) Si bien el informe es muy completo al establecer el papel y las responsabilidades de la DEA, solo menciona unos pocos ejemplos de mala conducta y sus recomendaciones no van lo suficientemente lejos”.
El exdirector de la oficina de la DEa en México, Nicholas Palmeri llegó a la nación azteca a raíz del arresto fallido del exsecretario de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos, uno de los mayores reveses de los últimos años en la guerra contra las drogas liderada por Estados Unidos, no obstante, el general retirado fue detenido con una orden antidroga de EE. UU. a su llegada al aeropuerto de Los Ángeles en 2020, solo para ser liberado unas semanas después.
Ni el incidente de Cienfuegos, ni el arresto de otro destacado aliado de Estados Unidos en México, el exjefe de seguridad Genaro García Luna, se mencionan en el informe.
La administradora de la DEA, Anne Milgram, quien rechazó las solicitudes de entrevistas, informó en un comunicado que la agencia implementaría las 17 recomendaciones del informe.
“DEA está comprometida a enfrentar los desafíos presentados por las amenazas globales de drogas de hoy y garantizar que nuestro trabajo se lleve a cabo al más alto nivel posible”, aseguró.