«Entre enero y marzo de 2022 registramos 218 víctimas de artefactos explosivos en Colombia, de las cuales nueve fallecieron. Nos resulta muy preocupante que nada más en tres meses ya hay el 40% de todas las víctimas registradas el año pasado», escribió el CICR en su cuenta de Twitter.
https://twitter.com/CICR_co/status/1511006457302601729?s=20&t=5ACF9W17ARzgsT5p4A2GNA
Del total de víctimas, 150 son civiles, entre ellos 31 menores; 63 hacen parte de la fuerza pública y cinco integran grupos armados, según los datos divulgados durante la conmemoración del Día Mundial de la Sensibilización contra las Minas Antipersonal.
El 77% de las víctimas entre enero y marzo de 2022 se concentraron en seis departamentos: Cauca (oeste), Arauca (centro norte), Cesar (norte), Antioquia (oeste), Valle del Cauca (sudoeste) y Chocó (oeste), explica el informe.
«Instamos a todos los actores armados a considerar el impacto que tiene el uso y abandono de los artefactos explosivos», agrega el texto en la red social.
Los artefactos explosivos afectan a la población civil y generan graves consecuencias a nivel físico y psicológico, además de limitar la movilidad de las comunidades y obstaculizar el acceso a servicios esenciales como la salud y la educación.
En el primer trimestre de 2021, el CICR registró 157 víctimas de artefactos explosivos.
En 2021, el CICR notificó 486 víctimas de artefactos explosivos, el número más alto en los últimos cinco años.
Colombia atraviesa el peor rebrote de violencia tras firmar la paz con la guerrilla de las FARC en 2016.