La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció una serie de medidas destinadas a abordar la creciente crisis de inmigración en la isla italiana de Lampedusa, cerca de Túnez.
Su declaración se produjo durante una visita a la isla en compañía del primer ministro de Italia, donde presenciaron la abrumadora llegada de casi 7.000 inmigrantes en un solo día.
La isla de Lampedusa ha sido durante décadas un punto de llegada para inmigrantes que intentan alcanzar Europa desde el norte de África. Esta oleada constante de llegadas ha generado preocupación entre los residentes locales, ya que el número de inmigrantes supera en ocasiones su cantidad de habitantes.
«Decidiremos quién viene a la Unión Europea y en qué circunstancias. Los contrabandistas no», aseguró Von der Layen.
Entre las medidas destacadas se encuentra la aceleración de los fondos destinados a Túnez como parte de un acuerdo con la UE para frenar las salidas ilegales.
Además, von der Leyen ofreció apoyo a Italia para acelerar el proceso de solicitud de asilo y establecer corredores humanitarios en los países de origen, con el objetivo de desarticular las peligrosas rutas.
También prometió el respaldo de la agencia fronteriza Frontex para facilitar el rápido regreso de los inmigrantes que no califican para permanecer al bloque.
La crisis en Lampedusa está poniendo a prueba la unidad dentro de la UE. Los líderes políticos italianos, como Giorgia Meloni, han pedido medidas más duras, incluido un bloqueo naval en el norte de África para evitar las salidas de inmigrantes en barcos de contrabandistas.