En medio de la escalada de tensiones en la Franja de Gaza, al menos cuatro hospitales han dejado de operar por completo debido a los continuos bombardeos de Israel, según informó el portavoz del Ministerio de Sanidad del enclave, Ashraf al Qudra, en una declaración televisada este jueves.
Los centros afectados incluyen los hospitales de Beit Hanun, Al Durra, Al Karama y el Oftalmológico Internacional de la ciudad de Gaza. Además, se han suspendido intervenciones quirúrgicas en otros 14 centros debido a la escasez de combustible.
La situación humanitaria es crítica, con un trágico balance de 3.800 fallecidos, incluyendo decenas de trabajadores sanitarios. Entre 800 y 1.000 personas resultan heridas diariamente, pero la dificultad de acceso a los centros médicos ha llevado a que solo los casos más graves busquen atención hospitalaria.
Guillemette Thomas, coordinadora médica de Médicos Sin Fronteras (MSF) para los Territorios Palestinos, advirtió que aquellos que no pueden recibir atención médica corren grave peligro de morir en las próximas horas.
Las pocas instalaciones médicas operativas en el norte enfrentan una presión inimaginable, explicó. El personal médico, amenazado por ataques israelíes, se ve obligado a huir al sur, mientras que los que permanecen lidian con acceso restringido a electricidad y agua en un contexto de asedio.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) acumuló 3.000 toneladas de suministros en el norte de Egipto, a la espera de la apertura del paso de Rafá, el único no controlado por Israel y vital para la entrada de ayuda humanitaria.
Aunque Israel permitió la entrada de los insumos, insistió en que debía realizarse a través de Rafá. La situación persiste, ya que los bombardeos continúan en diversos puntos de la Franja.