El Gobierno turco puso fin a la búsqueda de sobrevivientes de los terremotos en la provincia de Hatay, una de las zonas más afectadas por los terremotos, con 37.000 edificios en ruinas.
La región, de 1.6 millones de habitantes era la última que seguía buscando personas vivas entre los escombros y ahora comienza un duro proceso para remover los derrumbes y sacar los cuerpos.
Los brigadistas lograron rescatar a personas con vida hasta el pasado sábado, niños, jóvenes y adultos, en ocasiones hasta familias que sorprendentemente lograron resistor sin agua o comida.
Sin embargo, los sismos del martes, de 6,4 y 5,8 grados de magnitud, respectivamente, hicieron que cedieran numerosos edificios que ya habían quedado muy dañados, provocando seis muertes y casi 300 heridos.
La agencia turca de asistencia de desastres AFAD hizo un llamado explícito a las personas a no ingresar a los edificios por el peligro latente de derrumbe y las autoridades ordenaron concluir las búsquedas.
Desde el primer temblor, ningún edificio en la provincia de Antioquía y sus alrededores está habitado y la población pernocta al aire libre, en tiendas de campaña o en casas prefabricadas que instalaron.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en su último reporte, dijo que un total de 139.000 edificios y casi medio millón de viviendas u oficinas en las 11 provincias resultaron afectadas.
