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Científicos proponen combatir cambio climático con polvo lunar

Fuser News

09/02/2023
Un grupo de científicos propone crear un “escudo” a base de polvo lunar para desviar los rayos del sol lejos de la tierra, como una forma de combatir el cambio climático.
Los astrofísicos Ben Bromley, Sameer Khan y Scott Kenyon, plantearon extraer de la luna millones de toneladas de su polvo y luego "expulsarlo balísticamente" a un punto en el espacio de aproximadamente 1 millón 600 mil kilómetros lejos de la Tierra, donde los granos flotantes bloquearían parcialmente la luz solar entrante.

Jiménez

Un grupo de científicos propone crear un “escudo” a base de polvo lunar para desviar los rayos del sol lejos de la tierra, como una forma de combatir el cambio climático.

En su estudio denominado “El polvo como escudo solar” publicado este miércoles en la revista PLOS Climate, los astrofísicos Ben Bromley, Sameer Khan y Scott Kenyon, plantearon extraer de la luna millones de toneladas de su polvo y luego «expulsarlo balísticamente» a un punto en el espacio de aproximadamente 1 millón 600 mil kilómetros lejos de la Tierra, donde los granos flotantes bloquearían parcialmente la luz solar entrante.

Los métodos de geoingeniería formulados por el equipo incluyen bombear agua salada en las nubes para que reflejen más la luz del sol o colocar partículas de hielo en las nubes para evitar que atrapen el calor, reseñó The Guardian.

 

 

Los científicos saben que la inyección de aerosoles es efectiva para el enfriamiento del planeta porque las grandes erupciones volcánicas producen un efecto similar, como ocurrió con la erupción del volcán Pinatubo, Filipinas, el 15 de junio de 1991, que hizo que las temperaturas del hemisferio norte bajaran unos 0,5 grados centígrados durante casi un año, recordó Deutsche Welle.

La técnica de radiación solar más utilizada hasta ahora es la inyección permanente de miles de millones de brillantes partículas de azufre en la atmósfera superior, pero existen efectos secundarios potenciales graves, como la alteración de los patrones de lluvia de los que dependen millones de personas para cultivar alimentos.

Propiedades del polvo lunar

“Una parte emocionante de nuestro estudio fue darnos cuenta de que los granos de polvo lunar natural tienen el tamaño y la composición adecuados para dispersar de manera eficiente la luz solar lejos de la Tierra”, dijo Bromley, astrofísico de la Universidad de Utah que dirigió la investigación.

«Dado que se necesita mucha menos energía para lanzar estos granos desde la superficie de la luna, en comparación con un lanzamiento desde la Tierra, la idea del ‘lanzamiento a la luna’ realmente se destacó para nosotros», comentó Bromley.

El investigador y sus compañeros consideraron una variedad de elementos como el carbón y la sal marina, que podrían oscurecer el sol hasta en un 2% si se dispararan al espacio. El equipo finalmente se decantó por el polvo lunar, aunque millones de toneladas tendrían que ser extraídas, tamizadas y cargadas en un dispositivo balístico, como un cañón de riel electromagnético, y disparadas al espacio cada año para mantener este escudo solar.

 

 

Poca viabilidad

Llevar este equipo de minería y proyección al satélite natural de la tierra sería un «proyecto importante», admitió Bromley, y también podría requerir el posicionamiento de una nueva estación espacial en el punto L1 Lagrange, que se encuentra entre la Tierra y el sol, para “redirigir paquetes de polvo a órbitas que podrían proporcionar sombra durante el mayor tiempo posible”.

El escudo solar sería un «interruptor atenuador afinado, dejando nuestro planeta intacto», explicó Bromley, una ventaja sobre otras propuestas que han generado preocupaciones sobre el impacto ambiental de rociar partículas reflectantes dentro de la atmósfera terrestre.

Los autores del estudio recalcaron que su investigación tomó en cuenta su impacto potencial, mas no la viabilidad logística: «No somos expertos en cambio climático ni en cohetería», dijo Bromley.

https://twitter.com/AndrewW66619812/status/1623759344792657921

Stuart Haszeldine, profesor de la Universidad de Edimburgo, Escocia, alabó la investigación, pero apuntó que «colocar el polvo lunar en el punto medio de gravedad entre la Tierra y el Sol puede, efectivamente, reflejar el calor. Pero es como intentar equilibrar canicas en un balón de fútbol: en una semana la mayor parte del polvo ha salido de su órbita estable».

Joanna Haigh, profesora emérita del Imperial College de Londres, considera que dicho trabajo es una distracción que «lo único que hace es dar a los contaminadores una excusa para no actuar».

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