Un método de terapia genética desarrollado por científicos chinos permitió a diez nacidos sordos recuperar la audición, en lo que significa un verdadero avance médico en un ensayo en humanos.
El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) calificó este primer avance como «la restauración más dramática de un sentido perdido hasta ahora».
Los especialistas inyectaron en los niños un virus reprogramado que transportaba ADN de reemplazo a la parte de su cuerpo que los científicos esperaban alterar, en este caso la ubicación del canal auditivo interno que detecta las vibraciones y envía esa información al cerebro.
Uno de los niños en los que se aplicó la prueba, identificado como Qin Lixue, logró escuchar por su oído tratado por primera vez en sus 5 años de vida, dijo la madre del paciente, quien además señaló que su hijo repetía varias rimas y canciones, las cantaba con la mano sobre la boca para evitar la lectura de labios.
El cirujano y científico de la Universidad de Fudan en Shanghái y parte del equipo que trató a 5 niños, Yilai Shu, señaló que fueron «cuidadosos y un poco nerviosos, porque era el primero en el mundo», en relación al primer niño.
De los cinco niños, 4 recuperaron la audición y uno no, por lo que el equipo plantea la hipótesis que podría deberse a que el niño ya tenía una respuesta inmunitaria desarrollada al virus que usaba.
La nueva terapia génica no es una panacea, ya que fue diseñada para corregir un defecto en un gen que produce una proteína llamada otoferlina que es necesaria para construir los pelos especiales que vibran a diferentes frecuencias en el oído interno y transmiten esa información al cerebro.
La condición está presente en solo el 1% al 3% de los nacidos sordos, lo que equivale a 900 niños al año en el segundo país más poblado del mundo.
