En la rivalidad global entre China y Estados Unidos, el caso de Alex Saab es un espectáculo secundario. Pero sirve como un recordatorio de las prioridades políticas y diplomáticas de las superpotencias que compiten por la influencia en las principales regiones del mundo.

Saab, un empresario colombiano y aliado del presidente venezolano Nicolás Maduro, no es tan conocido como el periodista disidente bielorruso Roman Protasevich. Eso dice algo sobre el doble rasero de los medios occidentales. Las circunstancias de sus arrestos son notablemente similares y el de Saab es más escandaloso. Pero dado que el abusador del poder no es Bielorrusia, sino Estados Unidos, la cobertura de la prensa ha sido escasa y las críticas inexistentes.

Estados Unidos y los gobiernos occidentales han estado gritando desde las azoteas sobre Protasevich, arrestado en Minsk después de que su avión fuera obligado a aterrizar en mayo por la fuerza aérea bielorrusa.

Irán y Venezuela cumplen sus acuerdos de cooperación

Sin embargo, han guardado un silencio ensordecedor mientras Estados Unidos busca extraditar a Saab detenido en Cabo Verde desde junio de 2020. En ese momento, bajo la presión de Estados Unidos, los países africanos vecinos negaron el aterrizaje de su avión para repostar, por lo que se vio obligado a aterrizar en Cabo Verde. Según los informes, se dirigía a Irán para intercambiar oro por combustible y medicinas, ya que ambos países están bloqueados por Estados Unidos. El banco suizo UBS, por ejemplo bloqueó el pago de Venezuela a la instalación internacional de intercambio de vacunas COVAX por temor a violar las sanciones de Estados Unidos.

Washington acusa a Saab de lavado de dinero y de violar las sanciones unilaterales de Estados Unidos. Caracas ha argumentado que tiene total inmunidad diplomática. Tanto el Comité de Derechos Humanos de  ONU como el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental han exigido su liberación. Su caso se encuentra ahora ante el Tribunal Constitucional de Cabo Verde.

El silencio de China es estratégico

Presidente de la República Popular China

A pesar de la competencia entre Estados Unidos y China por Cabo Verde, los medios de comunicación chinos se han mantenido en silencio sobre Saab. Si se hubiera revertido el caso, Washington estaría gritando un sangriento asesinato sobre detenciones ilegales, secuestros y violaciones de derechos humanos. Los diplomáticos chinos prefieren no jugar a ese juego.

Aunque la ex colonia portuguesa es una nación pequeña con una población de 550.000, China la ayudó a construir un palacio presidencial, un gran recinto gubernamental y un estadio de fútbol. Ahora financia la expansión de una universidad por US $ 60 millones. Esto es en el contexto de un paquete de 400 millones de dólares que Washington ha prometido a Cabo Verde, incluida la construcción de un complejo diplomático de Estados Unidos.

A 570 km de la costa oeste del continente africano, en el corazón del Océano Atlántico, Cabo Verde es un importante lugar de reabastecimiento de combustible por mar y aire. Asegurar el acceso al archipiélago será una gran victoria geopolítica para Washington o Beijing.

Estados Unidos se ha entretenido durante mucho tiempo con el establecimiento de una base militar allí. En 2018, el comando militar central de EE. UU. Para África (Africom) organizó su conferencia anual en Cabo Verde. Sin embargo, la constitución del país prohíbe la instalación de cualquier base militar extranjera. China, obviamente, tiene intereses geopolíticos y comerciales comparables.

Alex Saab alerta los principios de la diplomacia y el derecho internacional

Presidente de los Estados Unidos de América

El caso de Saab ha puesto un freno a este complicado baile diplomático. Cabo Verde no quiere verse cumpliendo órdenes de Estados Unidos, pero debe permanecer en sus buenas condiciones. Washington quiere mantener un barniz de legalidad a pesar de que su caso contra Saab está motivado por la campaña para derrocar al gobierno del presidente Maduro, esfuerzos que incluyen ponerse del lado de Juan Guaidó. Ha habido denuncias de que el fiscal general de Cabo Verde, Luís José Landim, está cerca de los intereses estadounidenses que se remontan a la época en que se desempeñó como fiscal en Timor Oriental, otra ex colonia portuguesa. Beijing es amigo de Maduro y quiere que permanezca en la Presidencia.

Mientras tanto, los representantes de Maduro y Guaidó han estado negociando en la Ciudad de México a través de la mediación del gobierno de Noruega. Se han logrado avances, pero el caso de Saab sigue siendo un obstáculo importante para cualquier acuerdo en el que Washington tenga un interés importante.

Una razón es que la facción de Guaidó se ha estado fracturando, a pesar del apoyo occidental; y la economía venezolana ha ido mejorando, a pesar de las sanciones de Estados Unidos. Eso aumentará significativamente las posibilidades de Maduro y el Partido Socialista Unido de Venezuela en las próximas elecciones nacionales de noviembre.

Estados Unidos y China se han enfrentado antes por detenciones ilegales

Ejecutiva de Huawei detenida en Canadá

El resultado del caso de extradición de Saab ha sido el comodín. Ha sido el solucionador y negociador más importante de Maduro. Pekín¡ puede tener un incentivo para llamar la atención sobre la injusticia de este caso, que es típico de la extralimitación judicial de Estados Unidos, algo que durante mucho tiempo ha irritado a los chinos. Después de todo, tiene similitudes con el caso de extradición en curso de Estados Unidos contra Meng Wanzhou, la directora financiera de Huawei detenida en Canadá.

La persecución de Estados Unidos a los negocios de China

A pesar de los cargos de Estados Unidos que alegan fraude bancario y contravención de las sanciones de Estados Unidos contra Irán, su caso fue claramente parte de la campaña de Washington para destruir al pionero de 5G.

Se produjo después del encarcelamiento en Estados Unidos del exsecretario del Interior de Hong Kong, Patrick Ho Chi-ping, por soborno y lavado de dinero, en un caso que involucraba su promoción de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, un programa global de cooperación y ayuda en infraestructura, en Chad y Uganda.

Autodescrito como «el primero de los corderos de sacrificio» en la guerra comercial de Estados Unidos con China, los tratos de Ho en África no involucraron los intereses estadounidenses de ninguna manera. Pero Washington pudo apuntarlo porque se hicieron algunas transacciones financieras en los Estados Unidos. A pesar de esos vejatorios, muchas cosas están yendo a favor de Beijing, en Venezuela y en otros lugares, ya que Estados Unidos está distraído y desacreditado por su desastrosa retirada de Afganistán. Puede que no quiera exagerar en Cabo Verde.