En una acción no oficial, un grupo de expertos militares estadounidenses simularon una hipotética guerra entre China y Estados Unidos (EE.UU.), ejercicio ejecutado en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), cerca de la Casa Blanca, según reseña el portal de noticias Bloomberg.
La simulación comprendió una guerra entre los dos países en 2026 y descubrió que incluso si EE.UU. y Taiwán pudieran ganarle a China, pagarían un alto precio por esta batalla.
El medio refiere que mientras China estaba realizando ejercicios a gran escala alrededor de Taiwán, en respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a esta isla, los militares norteamericanos realizaban el hipotético juego.
El principal consejero de CSIS, Mark Cancian, expresó que la simulación incluyó la posibilidad de que Japón le conceda unos derechos ampliados a Washington para el uso de las bases militares estadounidenses sobre el territorio nipón. Al mismo tiempo, se excluye el uso de armas nucleares.
EE.UU. con debilidad
Durante la simulación, en 18 de 22 rondas, los misiles chinos enviaron al fondo marino la mayor parte de los buques de EE.UU. y Japón, y destruyeron cientos de aeronaves. Sin embargo, los contraataques aéreos y navales de los aliados golpearon 150 barcos chinos, indican los datos preliminares.
EE.UU. perdió en el último juego de simulación 900 cazas y aviones de combate en un conflicto de cuatro semanas, explicó Cancian.
“Estados Unidos debe enviar fuerzas para atacar la flota de China, especialmente sus barcos anfibios, antes de lograr la superioridad naval. Para comprender mejor el alcance de las pérdidas estadounidenses, se debe saber que, en la última simulación, Estados Unidos perdió más de 900 aviones de combate y cazas en una guerra de cuatro semanas. Este número es equivalente a la mitad de toda la capacidad de la Fuerza Aérea y la Marina de los EE.UU.”, recalcó.
Esperan apoyo de Japón
Señaló que en los escenarios restantes se considerarán asuntos como un retraso en la intervención militar de EE.UU. o el caso de que Japón se atenga a su estatus de neutralidad y no conceda el permiso para un uso ampliado de las bases militares.
En parte del ejercicio se muestran escenarios que calificaron de pesimistas, donde China retomó por completo el control de la isla.
China rechaza cualquier intromisión en sus asuntos internos y refuta las relaciones y el apoyo de EE.UU. a las fuerzas independentistas taiwanesas. Beijing ve a Taiwán como una parte integral de su territorio nacional, mientras que la isla se cree una nación independiente.
El acercamiento y apoyo militar de Washington a Taipéi ha convertido el tema en un gran foco de tensión entre EE.UU. y China.