Los organizadores de los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) de Invierno de , que comenzarán el próximo 4 de febrero, emitieron el lunes un comunicado en el que declaran que no se venderán entradas al público en general, sino que se distribuirán a grupos invitados.
El comunicado refiere que dada la grave y complicada situación actual de la pandemia de Covid-19 y para garantizar la seguridad de todos los participantes y espectadores, “se decidió que las entradas no deberían venderse más, sino formar parte de un programa adaptado que invitará a grupos de espectadores a estar presentes en el lugar durante los Juegos”, refiere RT en su portal web.
Los organizadores de los JJ.OO. esperan que los espectadores «cumplan estrictamente con las contramedidas de Covid-19 antes, durante y después de cada evento como condiciones previas para la realización segura de los Juegos».
Esta decisión fue tomada luego que se conoció la noticia por primera vez de un caso de transmisión local de la variante Ómicron y luego de que las autoridades de Pekín anunciaron que los viajeros que quieran entrar en la ciudad deberán someterse a una prueba anticovid en un plazo de 72 horas a partir de su llegada.
