El Gobierno de Beijing denunció ciberataques organizados por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) contra objetivos de su país, incluida la Universidad Politécnica del Noroeste, con sede en Xian, y exige aclaraciones, declaró la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning.
«Las acciones de EE.UU. amenazan seriamente la seguridad nacional de China y de datos personales de sus ciudadanos. China condena resueltamente los ciberataques, exige cesarlos y espera aclaraciones de EE.UU.», comunicó la diplomática, según una nota difundida por la agencia Sputnik.
Una investigación del Centro Nacional de Respuesta a Emergencias de Virus Informáticos (Cverc) de la nación asiática China arrojó como resultados que durante años la NSA lanzó decenas de miles de ataques maliciosos contra objetivos en China; estableció su control sobre dispositivos de red y robó más de 140 GB de datos valiosos.
La denuncia de la Universidad Politécnica del Noroeste de un ciberataque a su red desde el extranjero, en junio pasado, impulsó la investigación del Cverc. La institución de estudios superiores se dedica a investigaciones en los terrenos aeronáutico, aeroespacial, navegación y otros.
Doble rasero e hipocresía
De acuerdo con el informe del Centro, los expertos chinos hallaron evidencias que involucran a 13 individuos en estos ataques, así como unos 170 documentos electrónicos y más de 60 contratos que la NSA firmó con operadores de telecomunicaciones estadounidenses para crear, a través de empresas pantalla, un entorno para tales operaciones.
En los ciberataques contra la Universidad Politécnica del Noroeste, la NSA utilizó más de 50 servidores proxi en 17 países, entre ellos Polonia, Ucrania, Japón, Corea del Sur y Suecia.
Vladímir Putin aseguró que ciberguerra contra Rusia ha fracasado
En julio del año pasado, ante acusaciones estadounidenses contra China de ser causante de ciberataques, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, respondió: “Estados Unidos es el principal país del mundo en originar ciberataques” e insistió en que las denuncias occidentales se tratan de una “campaña de desprestigio y de presión completamente motivada por razones políticas”.
En esa oportunidad, la misión diplomática de Beijing en Bruselas acusó a Washington de haber espiado durante años a otros Estados, incluidos países amigos, al tiempo que “presume de ser el guardián de la ciberseguridad, intenta manipular y presionar a sus socios para formar pequeños círculos excluyentes y difama y ataca una y otra vez a otros países en cuestiones de ciberseguridad. Ese tipo de prácticas pone de manifiesto su doble rasero y su hipocresía”.