T. Bunke para Fuser News
A todas luces el caso contra Alex Saab es político. Cumple con las características principales de un Lawfare, tiene incongruencias que llegan hasta el Derecho Internacional, pero principalmente lo acompaña una sombra: la mentira. Y aunque la mentira es un método usado en la política de los Estados Unidos desde su fundación, este caso tiene un elemento particular que en su momento atrajo la atención y que ahora vale la pena recordar: un barco de guerra de los Estados Unidos frente en la costa de Cabo Verde.
El problema de la mentira no es crearla, sino mantenerla. Por mucha atención que se haya prestado a los detalles, siempre será una bola de nieve que a medida que avanza se hace más grande, más veloz y menos controlable. Paradójicamente es así como la mentira pierde su fuerza.
Corría noviembre de 2020, Alex Saab ya tenía 6 meses detenido de manera ilegal y arbitraria en Sal, cuando Donald Trump tuvo la no muy brillante idea de ordenar al USS San Jacinto (CG-56) que zarpara desde su puerto original en Norfolk, Virginia, hasta Cabo Verde.
Cuestionado acerca de la presencia del crucero de misiles en el archipiélago africano, Kelly Cahalan, portavoz del Comando de África de los Estados Unidos, afirmó que se trataba de una misión de cooperación con guardacostas caboverdianos para el control de la pesca ilegal en la zona. Pero en agosto del mismo año el buque guardacostas Bear de los Estados Unidos ya había estado allí con la misma misión. Aunque lejos de sus costas reales, tenía más sentido un barco de vigilancia de ese tipo que un barco de guerra repleto de misiles para vigilar pescadores.
El San Jacinto
Con un nombre atroz que proviene de la anexión violenta de Texas a los Estados Unidos, El USS San Jacinto es un crucero que en su historial bélico tuvo el «honor» de hacer los disparos iniciales de misiles Tomahawk contra Irak en la operación Tormenta del Desierto. En el video que dejo abajo pueden ver cómo disparaba contra una nación culpada de almacenar armas de destrucción masiva que nunca aparecieron.
Pero el barco, con un costo operativo de 52.000 dólares diarios, tuvo muchos problemas para llegar a Cabo Verde y no precisamente por la navegación. Este barco fue el símbolo de triunfo de Donald Trump ante un impasse político entre la Casa Blanca, el Departamento de Justicia, el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
En medio de la discusión estaba Alex Saab. De quien ahora se dice es informante de la DEA como matriz falsa con claros fines de oxígeno legal para Estados Unidos y debilitamiento político para Venezuela. Cabe decir antes de continuar que, a juzgar por las declaraciones de Jorge Rodríguez, el debilitamiento no funcionó.
¿Trump Vs. Maduro o Trump Vs. Trump?
Según el New York Times, la llegada del barco a Cabo Verde coincidió con el despido de Mark T. Esper, Secretario de Defensa de la administración de Trump, que se negó reiteradas veces a las solicitudes hechas por los departamentos de Estado y Justicia para desplegar un buque de guerra en Cabo Verde, y así disuadir a Nicolás Maduro e Irán de conspirar para sacar a Saab de la Isla.
Cambiado Esper por Christopher Miller, el buque zarpó con sus 24 oficiales, 340 tripulantes, 2 helicópteros y centenares de misiles rumbo a la costa occidental de África donde Alex Saab, aislado, no podía ver ni al buque ni a los supuestos espías venezolanos e iraníes que según la inteligencia de los Estados Unidos preparaban el escape.
Todos los medios de comunicación contrarios al presidente Nicolás Maduro y por extensión contrarios a Saab replicaron la información como una señal inequívoca de triunfo: el imperio estadounidense desplegó su fuerza militar para amenazar a Maduro. Pero los marineros regresaron a casa para navidad…
La contradicción política
Con el cambio de administración el escenario no cambió, pero la mentira sí. Joe Biden extrajo a Alex Saab de Cabo Verde en un jet repleto de hombres armados sin avisarle a familiares ni abogados. De hecho, el «proceso» contra Alex Saab sigue abierto en Cabo Verde por lo que la extradición, al menos en términos formales, nunca se dio.
Todas aquellas noticias que afirmaban el triunfo político contra Nicolás Maduro siguen en línea. Pero hay un problema. En la imagen con la que cierro este texto dejo la plataforma de lanzamiento del USS San Jacinto y una pregunta sencilla:
¿Estuvo la administración de Trump dispuesta a derribar aviones, hundir buques o acabar por completo con Cabo Verde (porque ese barco puede transportar 112 misiles con los cuales no quedaría nada del archipiélago) por Alex Saab? ¿Un hombre del que hoy dicen es un informante aliado? Usando las palabras de Jorge Rodríguez: «Es raro».
