Redacción Fuser News con información de Sputnik Mundo
La Casa Blanca está trabajando a contrarreloj con los congresistas estadounidenses para alcanzar un acuerdo y así evitar el cierre administrativo antes de la fecha límite del 30 de septiembre, dijo la secretaria de prensa, Jen Psaki.
Según recoge la agencia Sputnik, «estamos trabajando en paralelo y a contrarreloj para tener las dos leyes prontas», afirmó Psaki en una conferencia de prensa.
Allí habló acerca del trabajo que realizan para aprobar la ley del plan de infraestructuras, impulsada por los demócratas, y un paquete de reconciliación presupuestaria, y agregó: «Aún tenemos mucho tiempo hoy».
Los demócratas buscan aprobar un paquete de inversión en infraestructuras de un billón de dólares, mediante un mecanismo llamado «reconciliación,» que les permite sacar adelante las leyes con una minoría simple en vez de por 60 de 100 votos en el Senado.
El plan de infraestructuras que impulsa el gobierno de Joe Biden incluye un estimado de 550.000 millones para la construcción de puentes, calles, saneamiento, estructuras para vehículos eléctricos y la ampliación del acceso a internet a nivel nacional.
Contra las cuerdas
El Congreso debe aprobar una ley para financiar al Gobierno federal estadounidense antes del 1 de octubre, cuando inicia el próximo año fiscal, y si no logra al menos una partida temporal a tiempo, varias instituciones federales deberán cerrar.
En 2019 el cierre del Gobierno parcial le costó a la economía unos 11.000 millones de dólares, es decir unos 31,4 millones de dólares por día, precisó Psaki, citando cifras de la oficina de presupuesto del Congreso.
El cierre se produce cuando la administración suspende la prestación de todos los servicios públicos, menos los considerados esenciales, debido a que el Ejecutivo y el Legislativo no pueden resolver desacuerdos sobre asignaciones presupuestarias.