La Policía Federal (PF) de Brasil aprehendió a nueve integrantes de una banda delictiva que planeaba atentados contra autoridades, en el contexto de 21 operativos desplegados en cuatro estados motivados por 11 pedidos de captura.
Entre las autoridades en la mira de las acciones de atentado figura el exjuez y actual senador Sérgio Moro, confirmó su equipo.
«Se investigó e identificó un plan de homicidios contra varios agentes públicos (dentro de los cuales está un senador y un fiscal). Hoy (22 de marzo), la Policía Federal realiza detenciones y allanamientos contra esa pandilla. Mis cumplidos a los equipos de la PF por el importante trabajo», publicó en Twitter el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino.
Las pesquisas determinaron que los planes serían en represalia por una orden del Gobierno que prohibía las visitas íntimas en las cárceles federales.
Los sospechosos alquilaron fincas, casas y una oficina cerca del domicilio de Moro y los planes incluían secuestrar a autoridades públicas.
En un comunicado, la PF informó de que la facción del Primer Comando de la Capital (PCC), la banda criminal más poderosa de Brasil, pretendía desplegar su plan –que también incluía “extorsión mediante secuestro”– en cinco estados del país, entre ellos Sao Paulo y Brasilia.
Para la operación, bautizada como Sequaz, se desplegaron 120 agentes para ejecutar siete mandatos de prisión preventiva, cuatro de prisión temporal y 24 órdenes de registro.
«Sobre los planes de represalia del PCC contra mí, mi familia y otros agentes públicos. Me pronunciaré en la tarde desde la tribuna del Senado. Por ahora agradezco a la PF, PM/PR, policía legislativa del Senado y Cámara, PM/SP, MPE/SP, y a sus dirigentes por el apoyo y el trabajo realizado», indicó Moro en su cuenta de Twitter.
En su gestión como ministro de Justicia en el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, Moro ordenó el traslado de Marcos Willians Herbas Camacho, conocido como Marcola, el líder del PCC, y otros miembros de la banda, a prisiones de máxima seguridad. Era partidario de aislar a esos presos, endureciendo las condiciones carcelarias, como las visitas, como una forma de debilitar a la banda.
Además del senador de Unión Brasil, otros presuntos blancos de los delincuentes eran Lincoln Gakyia, del Grupo de Acción Especial para la Represión del Crimen Organizado (Gaeco), interior de São Paulo y un comandante de la Policía Militar.
Además del Distrito Federal, las órdenes de captura abarcaron São Paulo, Paraná -donde están los principales objetivos- (sur), Rondônia (norte) y Mato Grosso do Sul (sur).
