La portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, reveló este sábado que Alemania también está involucrada en el desarrollo de armas biológicas en los laboratorios ucranianos junto al Gobierno de Estados Unidos.
En una entrevista con el medio RT, la funcionaria mencionó que “la propia Alemania ha estado, y probablemente sigue estando, intensamente implicada en actividades biomilitares en Ucrania durante muchos años”.
Zajárova especificó que Alemania lleva a cabo un programa de investigación biomilitar desde el 2013, fecha en la que fijaron a varios países como objetivos de sus actividades e incluyeron a Ucrania un año después.
El programa “es una asociación con agencias gubernamentales y organizaciones de investigación en los países objetivo”, explicó.
Alemania difunde falsedades
Ante las declaraciones de autoridades alemanas de que Moscú planea ataques con armas químicas contra la población ucraniana en el este de ese país, Zajárova instó a los voceros de Berlín a “dejar de difundir inmediatamente falsedades sobre la supuesta intención de utilizar armas prohibidas por el derecho internacional en el marco de la operación especial militar de las Fuerzas Armadas de Rusia”.
Enfatizó que esas declaraciones “solo pueden animar a los batallones neonazis ucranianos a llevar a cabo terribles provocaciones, cuya responsabilidad moral por las trágicas consecuencias recaerá, entre otros, en Berlín”.
Estados Unidos intenta desviar la atención
Sobre el tema de los biolaboratorios militares de potencias extranjeras en suelo ucraniano, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que atribuye las revelaciones rusas a una supuesta “campaña de propaganda” ante la comunidad internacional.
Ante el intento de Washington de librarse de la responsabilidad en Ucrania, la portavoz del Kremlin aseguró que “las autoridades estadounidenses quieren desviar la atención del público del explosivo tema de los laboratorios biológicos bajo su control”.
Zajárova fue incluso más incisiva y acertó en que “la escala del trabajo realizado sugiere que una parte importante (…) de la información sobre este programa militar estadounidense permanece oculta a la opinión pública internacional”.
