“Nuestro Gobierno ha sido perseguido por la única culpa de querer dignificar al pueblo”, expresó este lunes el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Félix Plasencia, durante la instalación de la Cumbre Internacional contra el Fascismo, que se celebra en la ciudad de Caracas.
Este evento, que reúne a distintos personajes de naciones como Brasil, Chile y Estados Unidos, se realiza en el marco de la conmemoración de los hechos ocurridos en Venezuela los días 11, 12 y 13 de abril del 2002, cuando se intentó alejar del poder al entonces presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
El Canciller venezolano destacó que hay que continuar con el “empoderamiento popular que hace 20 años tomó la calles del país para rechazar el golpe de Estado impuesto desde el exterior”, recordando que en la actualidad existen venezolanos que “piden la intervención extranjera en los asuntos del pueblo, de los venezolanos y venezolanas, es un absurdo para cualquiera que pida esa ruta”, enfatizó.
Plasencia aseveró que el presidente Nicolás Maduro es el líder de la resistencia contra esos intentos que llevan ya muchos años, indicando que los mismos son “solicitados por mamarrachos políticos que van por el mundo pidiendo la intervención de Venezuela para acceder a sus recursos”.
Refirió que al Gobierno nacional, producto de las medidas coercitivas unilaterales (MCU), le ha costado cumplir con el compromiso adquirido con los países amigos de Asia, África y Medio Oriente, puesto que el país suramericano ha sido fuertemente atacado, pero ante estas acciones “hemos resistido y triunfado”.
El alto funcionario dijo que “el Gobierno ha tenido que resistir con gallardía y fuerza”, señalando que “la posición del Gobierno de Venezuela ha sido defendida en los espacios dónde hemos ido a nivel internacional”.
“Venezuela ha sufrido de una manera desmedida y profunda la imposición sanguinaria del sistema para perseguir a un Gobierno legítimo”, expresó.
El Ministro de Relaciones Exteriores afirmó que “Venezuela es un gran ejemplo de resistencia de la de la imposición desleal e irresponsable”, resaltando que luego de los hechos acaecidos en el país en el 2002 la nación venezolana es un ejemplo para “hablar de soberanía, rechazar el fascismo y para hablar de solidaridad”.
Finalmente, indicó que la Cumbre Internacional contra el Fascismo abre el debate mundial en favor del empeño de proteger a las naciones como lo hicieron los venezolanos que “hoy estamos comprometidos con las mismas banderas” para acabar con el abuso de las grandes potencias, por lo que toca “revisarlo, discutirlo y proponer alternativas para dar respuestas desde Caracas».
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