El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, admitió que Europa tiene una alta dependencia al petróleo y gas rusos, por lo que instó a los países del bloque regional a reducir sus demandas de combustibles con el gigante euroasiático.
Durante una visita oficial a Chile, el diplomático europeo comentó que la “dependencia del gas y del petróleo ruso ha ido, sin duda, demasiado lejos”, y consideró que esa situación acelerará la reconversión a energías verdes “que no creen dependencias y no atenten contra el clima”.
Asimismo, Borrell calificó como “una agresión” que Rusia decidiera no suministrar más gas a Polonia y Bulgaria por negarse a pagar los envíos en rublos, según los estipuló a finales de marzo el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, por las acciones de los países “inamistosos” de aplicar más de 6.000 sanciones contra su industria, finanzas y economía.
De hecho, el alto diplomático de UE recordó que el bloque comunitario “ha tomado contra Rusia el mayor paquete de sanciones económicas, financieras, diplomáticas y comerciales de su historia”.
“Hemos sancionado directa y personalmente a más de 1.000 responsables del gobierno ruso, con nombres y apellidos, empezando por el señor Putin”, ufanó Borrell. Sin embargo, de inmediato recogió sus palabras tras admitir que las medidas coercitivas no evitaron la confrontación bélica y que tendrán un efecto “a medio plazo”.
En esa línea, el recién investido presidente de Chile, Gabriel Boric, también cargó contra el presidente Putin y el pueblo ruso, tras asegurar que su país tiene pocas relaciones diplomáticas con Rusia y que en los organismos internacionales ofrecieron su voto “contra la guerra y condenando la agresión”.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reiteró que la negativa de algunos países europeos a pagar las entregas de gas en rublos será cargada en las facturas de los contribuyentes y consumidores finales del hidrocarburo.
