En su última intervención ante la Cámara baja, Boris Johnson se despidió de su cargo como primer ministro de Reino Unido y del Parlamento británico, entre prisas y con la cita «hasta la vista, baby», de la película “Terminator”.
Johnson, que dejará el poder en septiembre, fue ovacionado este miércoles por los conservadores, durante su apresurada intervención.
El político destacó que ser jefe de Gobierno ha sido el «gran privilegio» de su vida y calificó de «misión cumplida» haber materializado el Brexit.
Resaltó que en política nadie es “indispensable” y afirmó que dejará con tristeza “el mejor trabajo del mundo”. Casi todos sus aliados lo abandonaron, entre ellos ochos cargos ministeriales que incluye a dos secretarios de Estado.
Tras el anuncio del primer ministro, el vicepresidente del Partido Conservador, Justin Tomlinson, aseguró que la dimisión de Johnson era imposible de evitar y que ahora deben unirse ante tiempos muy difíciles.
Johnson dimitió el pasado 7 de julio después de que más de 50 miembros del Gobierno renunciaran en protesta por su gestión. Recomendó a su sucesor en el cargo, que se conocerá el próximo 5 de septiembre, que mire «hacia adelante» y defienda «la libertad y la democracia».
Asimismo, Johnson no quiso pronunciarse sobre los candidatos que aspiran a sucederle pero resaltó que la población ha tenido la oportunidad de observar los «talentos» que tienen en los recientes debates televisivos.
En la votación interna del Partido Conservador de esta tarde, se podrá conocer a los dos candidatos que se someterán en las próximas semanas a la votación de los afiliados.
Los tres aspirantes que quedan son el antiguo ministro de Economía, Rishi Sunak; la titular de Exteriores, Liz Truss, y la secretaria de Estado de Comercio, Penny Mourdant. Se da por casi seguro que Sunak quedará entre uno de los dos finalistas.