Este lunes, los presidentes de China, Xi Jinping, y Estados Unidos (EE.UU.) se reúnen en Bali, Indonesia, en un encuentro bilateral previo a la cumbre del G20 de las grandes economías mundiales, que se desarrollará los días 15 y 16 de noviembre en la isla.
Se trata de la primera conversación cara a cara entre ambos líderes desde que Biden asumió la presidencia, en medio de crecientes tensiones políticas, económicas y de seguridad entre las dos potencias.
Según reportó AP, Xi y Biden se saludaron con un apretón de manos, en el que Biden dijo que él y su homólogo tienen la “responsabilidad” de demostrar que sus naciones pueden “manejar sus diferencias” e identificar áreas de cooperación mutua.
Su contraparte chino agregó que esperaba que la pareja “mejorara la relación” y que estaba preparado para tener un “intercambio de opiniones sincero y profundo” con Biden.
https://twitter.com/fuser_news_es/status/1592097724903854081?t=ScYYcvKFMjr6nLwp7o-SmA&s=19
Mientras Xi llega a Indonesia con una posición política consolidada luego del Congreso del Partido Comunista que le otorgó un tercer mandato, Biden carga con la derrota en la Cámara de Representantes y a última hora pudo retener la mayoría en el Senado luego de las elecciones de medio término.
Respeto a la soberanía
La semana pasada, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dejó claro en una conferencia de prensa que China buscaba una “cooperación de beneficio mutuo con EE.UU.».
Zhao dijo que para lograrlo, “EE.UU. debe dejar de oscurecer, vaciar y distorsionar el principio de Una China, cumplir con las normas básicas de las relaciones internacionales, incluido el respeto a la soberanía, la integridad territorial y la no injerencia en los asuntos internos de otros países”.
Taiwán se ha convertido en uno de los temas más polémicos entre Washington y Beijing, debido a las diversas afirmaciones de Biden en defensa de una posible «independencia» de la isla, que China ha rechazado por ser contrarias al principio de Una China.
Las tensiones llegaron al límite con la polémica visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi en agosto, lo que llevó a una enérgica respuesta de China con ejercicios militares y el lanzamiento de misiles balísticos en aguas cercanas.
La administración Biden también bloqueó las exportaciones de chips de computadora avanzados a China el mes pasado, como una medida para reforzar la competencia de EE.UU. contra Beijing.
