El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, dijo este jueves que el Gobierno venezolano debe hacer mucho para que su administración alivie las sanciones unilaterales impuestas a la nación suramericana desde el 2015, aunque no negó la posibilidad de que sea una alternativa para el suministro de petróleo.
Durante un encuentro con periodistas, antes de abordar el avión presidencial, Biden fue consultado si Venezuela es una de esas alternativas exploradas para la obtención de petróleo, a lo que respondió que «hay muchas alternativas. Todavía no nos hemos decidido».
Asimismo, sobre un posible alivio de las medidas coercitivas unilaterales, mal llamadas “sanciones”, el mandatario señaló que Venezuela deberá hacer “mucho”.
Estos cuestionamientos surgen luego de que Biden calificara de “decepción” la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP+) de reducir la producción de crudo 2 millones de barriles diarios (mbd), el mayor recorte de la oferta petrolera desde mayo de 2020, a lo que aseguró que se están “viendo qué alternativas podemos tener”.
Pese a las presiones de EE.UU., la OPEP+ acordó este miércoles recortar su producción. La medida prevé la recuperación de los precios del crudo, que han caído hasta los 90 dólares, desde su subida a 120 hace tres meses, cuando la incertidumbre a una recesión económica mundial era palpable, en parte por las sanciones impuestas contra Rusia.
Según The Wall Street Journal, que cita “personas familiarizadas con la propuesta”, el Gobierno estadounidense se estaría preparando para reducir las sanciones para permitir que Chevron reanude el bombeo de petróleo en Venezuela, lo que abriría el camino para una posible reapertura de los mercados de EE.UU. y Europa a las exportaciones del hidrocarburo de la nación suramericana.
Previamente, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, indicó que han identificado algunas de las alternativas y están trabajando en ellas.
“El enfoque del presidente, nuestro enfoque y nuestra estrategia, ha sido tratar de mantener un suministro suficiente de energía, petróleo y gas natural a nivel mundial para mantener los precios en un nivel estable y más bajo”, apuntó.
Especialistas señalan que un cambio en la política de EE.UU. enviaría una señal psicológica al mercado de que hay más suministro en camino, además de una estrategia a largo plazo para la nación norteamericana y sus aliados europeos, que buscan proveerse de energía debido al efecto bumerán de las sanciones contra el petróleo ruso.
