Pese a las presiones de una veintena de países, el ministro de Exteriores de Austria, Alexander Schallenberg, reiteró que se le concederá el visado a la delegación rusa que asista a la Asamblea Parlamentaria de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que se realizará los días 23 y 24 de febrero, cuando se cumple un año de la operación militar en Ucrania.
En una intervención ante el Parlamento austríaco, Schallenberg afirmó que “no cometeremos ninguna infracción del derecho internacional», citó EFE.
La posición del ministro de exteriores ha sido respaldada por el canciller, Karl Nehammer, quien recordó que Austria tiene la obligación como sede de esa organización internacional de conceder los visados.
DISSONANCES OCCIDENTALES
Le ministre autrichien des Affaires étrangères, Alexander Schallenberg à déclaré :
" Vous ne pouvez pas interdire la délivrance de visas à 144 millions de Russes. Nous devons comprendre que la Russie n'ira nulle part. La géographie ne peut pas changer pic.twitter.com/0cnSVxIeoW
— SergeBos 🇨🇩🇷🇺🇷🇺🇷🇺 Да здравствует Россия (@ginobonza) January 19, 2023
En las semanas previas a la cita regional, se reaviva la polémica por las medidas antirrusas, debido a que cuatro de los diez miembros de la delegación del país euroasiático están en la lista de funcionarios “sancionados” por la Unión Europea (UE), tales como el vicepresidente de la Duma, Piotr Tolstói, y el diputado Leonid Slutsky.
Presiones
Las presiones hacia Austria para que deniegue las visas, tal como hicieron en su momento Reino Unido y Polonia, llegaron al punto de que 81 diputados de 20 países remitieron una carta al Gobierno y al Parlamento para impedir que la delegación rusa participe en la Asamblea de la OSCE.
«Esperamos que se tome una decisión que impida la participación (de los rusos)», señala la misiva dirigida al canciller federal austríaco, Karl Nehammer, a su ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, y al presidente del Parlamento, Wolfgang Sobotka, entre otros funcionarios, informó Die Presse.
Los firmantes alegan que la presencia de Rusia podría ser considerada como una «provocación».
En noviembre del pasado año, Rusia acusó a Polonia, país que presidía en ese momento la OSCE, de impedir la participación del canciller ruso, Serguéi Lavrov, en la reunión ministerial de diciembre en la ciudad polaca de Lodz.