Arabia Saudita rechazó la solicitud de Estados Unidos (EE.UU.) de postergar por un mes la decisión, adoptada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) el 5 de octubre, de reducir en 2 millones de barriles la producción diaria de hidrocarburo.
De acuerdo con fuentes consultadas por el Wall Street Journal, funcionarios estadounidenses advirtieron a su aliado árabe que el recorte productivo sería interpretado como «una clara decisión» de Riad de tomar posición a favor de Rusia ante el conflicto con Ucrania, además de que debilitaría el apoyo de por sí menguante que recibe desde Washington.
Según nota de Sputnik, los funcionarios sauditas rechazaron la petición estadounidense y la consideran una jugada del presidente Joe Biden para evitar perspectivas desfavorables en torno a las elecciones legislativas de noviembre próximo, que determinará el control partidista del Congreso.
El reino de Arabia Saudí respalda la decisión de la OPEP+ de recortar la producción de petróleo como una medida para remediar la inestabilidad del sector energético derivada, entre otros factores, de las sanciones occidentales contra el suministro de petróleo de Rusia.
Amenazas indirectas
Desde un primer momento, EE.UU presionó para evitar la decisión de recortar la producción en dos millones de barriles diarios (mbd), pero el bloque energético se mostró inflexible en la medida que prevé la recuperación de los precios del crudo, que han caído hasta los 90 dólares, desde su subida a 120 hace tres meses.
«El presidente está decepcionado con esta decisión miope» y «consultará con el Congreso sobre herramientas que podrían ayudar a reducir el control de la OPEP+ sobre los precios de la energía», reza la declaración en la página oficial de la Casa Blanca, luego que la alianza petrolera hizo pública la decisión.
Una vocera del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, negó la conjetura saudí de que la presión de Biden para evitar y luego postergar la decisión de la OPEP+ tengan intenciones electorales.
«Es categóricamente falsa la conexión de esto con las elecciones de EE.UU. Se trata del impacto de esta decisión corta de miras en la economía global», apuntó la portavoz.
En un claro mensaje de chantaje político, el también vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, indicó que Biden considera evaluar con el Congreso la relación de su país con Arabia Saudí, a la luz de la decisión de la OPEP+, para estimar si está funcionando conforme a los intereses de seguridad estadounidenses.
Decisión sin matiz político
Del lado árabe, el titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, el príncipe Faisal bin Farhan, sostuvo que la decisión petrolera de la alianza exportadora tenía un sentido puramente económico, sin dimensiones políticas.
Lo que busca la OPEP+, aseveró en la televisión saudí, es estabilizar los mercados energéticos y priorizar los intereses de productores y consumidores de petróleo. Según estimaciones de Riad, de no recortar la producción, el precio del barril se desplomaría 50 dólares por unidad.
La Casa Blanca también advirtió que la decisión de recortar la producción compromete ventas militares a Arabia Saudita por 100 millones de dólares.
