Los terremotos que sacudieron el 6 de febrero de 2023 a Türkiye y Siria han dejado más de 20 mil fallecidos, además de una estela de ruinas y destrucción que ha conmovido al mundo, convocando a la solidaridad internacional para las duras labores de reconstrucción de ambas naciones.
La devastación causada por este desastre natural recordó lo vivido por Japón el 11 de marzo de 2011, cuando un poderosísimo sismo de magnitud 9,0 (que alteró el eje terrestre) provocó un mortal tsunami en Tohoku, con olas de 9 metros y posteriormente el accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, dejando más de casi 16 mil muertos, 2.500 desaparecidos y 6 mil heridos.
Japan’s quake recovery offers hard lessons for Turkey https://t.co/HlhKkW4b1x
— L.A. Daily News (@ladailynews) February 10, 2023
El mundo entero vio cómo las olas arrastraban hacia el océano los escombros de las ciudades arrasadas junto con automóviles y botes, lo que planteó la duda sobre la recuperación plena de la región y de todo el país, recordó AP.
Tomará varias semanas establecer el número total de pérdidas humanas en ambos países; en Türkiye se estima que el terremoto afectó al 15% de la población, mientras que en Siria lleva más de una década en guerra y sufre medidas sancionatorias aplicadas unilateralmente por Occidente.
What’s left behind after a natural disaster so powerful that it rends the foundations of a society. https://t.co/NHR1RNxFZI #turkey #syria #japan #kprc2 #click2houston
— KPRC 2 Houston (@KPRC2) February 10, 2023
Camino difícil
A las víctimas directas del sismo, deben sumarse quienes mueren debido a al estrés, la hipotermia, la sed y el hambre, tal como sucedió en Japón y probablemente ocurra en Türkiye y Siria.
A casi 12 años de la triple tragedia japonesa, y la inversión multimillonaria para su reconstrucción, todavía el país transita un camino difícil, y en la ciudad que fue epicentro del terremoto, hay grandes extensiones de terreno desocupadas que probablemente permanecerán sin habitantes.
Aunque al principio fue admirable la resiliencia de la población y su serenidad, la burocracia y las disputas internas entorpecieron la reconstrucción de Tohoku y sus zonas aledañas, mientras que decenas de miles de desplazados no han vuelto a casa una década después, señala el reporte de AP.
“We extend our deepest condolences to the families and communities who were devastated and who are still mourning such an immense tragedy.”
Pres. Biden and Japanese PM Yoshihide Suga release joint statement on tenth anniversary of Japan earthquake. https://t.co/WMkqcM96A2 pic.twitter.com/We1F7dGeXC
— ABC News (@ABC) March 11, 2021
Radiación e infraestructura
Mención aparte merece el manejo de las secuelas de la radiación en los sobrevivientes y los desechos luego de las catastróficas fusiones de tres de los reactores de la central nuclear de Fukushima, con la polémica propuesta de arrojarlos al océano a través de un túnel submarino.
En la conmoción, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha sido criticado por el manejo de las normas de construcción, y se le señala por presuntamente haber permitido construcciones masivas en áreas sísmicas, toda vez que Türkiye está asentada en la confluencia de tres placas tectónicas.
Empatía en la tragedia
Otra lección de Japón que pueden tomar Türkiye y Siria es la relativa a la atención psicológica y emocional de los sobrevivientes traumatizados. Doce años después, todavía hay unos 2.500 desaparecidos en Tohoku que siguen siendo buscados por sus familiares, quienes se aferran aún al recuerdo de sus seres queridos con la esperanza de encontrarlos.
En estos momentos difíciles también se ha manifestado la empatía hacia los sobrevivientes a un desastre catastrófico y el agradecimiento a quienes participan en labores de rescate.
We, the people of Japan, express our deepest condolences to those who lost their lives in the Turkey-Syria earthquake and our solidarity with the victims and those who are working hard to rescue them. #earthquake
— 松木薫 (@kmatsuki774) February 10, 2023
Los habitantes de Shichigahama siempre recordarán al grupo de unos 30 rescatistas turcos, quienes permanecieron en la ciudad por seis meses para operaciones de búsqueda y rescate, y ahora iniciaron una campaña de donación para el país.
El alcalde Kaoru Terasawa recordó cómo los rescatistas “caminaron valientemente entre los escombros para ayudar a encontrar víctimas y devolver sus cuerpos a sus familias. Todavía estamos muy agradecidos con ellos y queremos hacer algo para devolverles el favor y mostrar nuestra gratitud”, citó AP.