A menos de dos semanas del intento de magnicidio en su contra, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, vuelve a ser víctima, esta vez de una amenaza de muerte vía llamada telefónica.
De acuerdo a la agencia Telesur, la amenaza ocurrió a través de una llamada a la línea telefónica de emergencias 911, realizada desde la ciudad de La Plata, en la que se prometía acabar con la vida de la exmandataria argentina.
La respuesta de María Eugenia Capuchetti, jueza federal que investiga el atentado contra la vicepresidenta, consistió en reforzar la custodia de Fernández, así como ratificar el decreto de secreto de sumario en la causa que le siguen a Fernando Sabag Montiel y su pareja Brenda Uliarte, presuntos responsables del atentado ocurrido el pasado 1 de septiembre.
Los investigadores decretaron el 12 de septiembre el secreto de sumario, mientras se avanza en el análisis de todo el material incautado, con la finalidad de determinar las responsabilidades y el papel de cada uno de los detenidos en la planificación del atentado.
Durante una conferencia de prensa, el ministro de Seguridad Nacional, Aníbal Fernández, aseguró que «ninguna cosa se debe minimizar, porque si no así es como después uno empieza a preocuparse por las cosas que no hizo cuando debería haberlas hecho».
Tercera persona implicada
Recientemente, las autoridades policiales de argentina lograron la aprehensión de una tercera persona implicada en el intento de magnicidio, identificada como Agustina Díaz, amiga de Uliarte.
La detención de Díaz se realizó por orden de la jueza Capuchetti, tras las pesquisas del teléfono de Brenda Uliarte, donde se evidencia que existía una comunicación frecuente, incluso poco tiempo después de que ocurriese el atentado.
Telesur agregó que el peritaje al teléfono celular permitió conocer que se referían de manera explícita al delito mediante varios mensajes de texto y voz, por lo que las autoridades pueden demostrar la premeditación.