El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, firmó una orden ejecutiva que le permite al país norteamericano disponer de 7.000 millones de dólares del Banco Central de Afganistán depositados en instituciones financieras estadounidenses y que fueron congelados tras el regreso al poder de los talibanes el año pasado.
Esto según Washington con la excusa de indemnizar a las víctimas del 11 de septiembre de 2001, el dinero sería empleado en asistencia humanitaria.
Los talibanes, por su parte, están reclamando los derechos sobre los fondos que incluyen activos como moneda y oro.
La Casa Blanca ha justificado su acción y negado el acceso a este dinero después de considerar la “caída del gobierno democrático de Afganistán”.
El año pasado, Biden enfrentó una de las primeras de su mandado, cuando fue sometido a críticas por la retirada de tropas del país islámico después de dos décadas de presencia militar.
Los afganos han denunciado que la crisis que vive el país no es solo producto del regreso de los talibanes sino también a la incursión de EE.UU. en Kabul, bajo la excusa de luchar contra el terrorismo, refiere Venezuela News.
Este sábado, las calles de Kabul fue escenarios de un sinfín de manifestaciones de rechazo a la orden firmada por Biden.
Los manifestantes por su parte demandaron ante la gran mezquita Eid Gah de Kabul una compensación económica a EE.UU. por las decenas de miles de afganos muertos durante los últimos 20 años de guerra.
