Cerca de 14 personas murieron el sábado luego que un avión cayera en el municipio de Barcelos, en el interior del norteño estado brasileño de Amazonas. Entre las víctimas se encontraban 12 pasajeros y dos tripulantes.
La aeronave salió de la ciudad de Manaos con destino a Barcelos y durante el aterrizaje se presentaron fuertes precipitaciones. Se presume que el piloto habría “equivocado el trazado de la pista”, afirmó el gobernador estadual, Wilson Lima.
El avión, un Embraer EMB-110 «Bandeirante» turbohélice, pertenecía a una empresa de taxi aéreo con base en Manaos, la cual, según las autoridades aeronáuticas, tiene más de una década en operaciones. Los turistas habían contratado un paseo de pesca, pero se estrelló poco antes del aterrizaje.
“El piloto debe haber tocado el suelo en una parte más turbia, y no había las condiciones necesarias. En teoría, fue un aterrizaje frustrado”, declaró el funcionario.
El comandante del VII Comando Aéreo Regional, general de Brigada David Almeida Alcoforado, indicó que “los accidentes no tienen una sola causa, y todos los factores serán analizados. Pronto se dará a conocer un informe”.
Tras el siniestro, el Gobierno de Amazonas estableció un gabinete de crisis para lidiar con la tragedia. Un equipo de la Defensa Civil se desplazó hacia Barcelos.
Por su parte, el alcalde de ese municipio, Edson de Paula Rodríguez, declaró a la televisora CNN Brasil que la aeronave fue fletada por un empresario que trabaja en el sector de la pesca deportiva.
Este domingo, trasladaban los cuerpos de las víctimas a Manaos, desde donde serán enviados a sus respectivas familias, apuntó Rodríguez.
Barcelos es una pequeña ciudad enclavada en medio de la selva amazónica, que vive de la agricultura y el turismo, y tiene en la pesca deportiva uno de sus mayores atractivos.
